El "AGUJA" GONZALEZ CONTINUA INVICTO

El combate fue intenso de punta a cabo. Ferreyra es un reconocido “probador” en el medio argentino, donde ha enfrentado a campeones mundiales, y lo demostró desde el tañido inicial de la campana comenzó las hostilidades, atacando en todo momento al chileno. Al principio González se notó algo incómodo con el formato de pelea que le planteó el chubutense, pero a medida que avanzó la contiendo fue descifrando el estilo de Ferreyra y al promediar la sexta vuelta comenzó a dominar las acciones, gracias al buen manejo de su mano izquierda en punta, que comenzó a filtrarse en la cerrada guardia del transandino. Los tres últimos episodios mostraron a Miguel González moviéndose con soltura en el ring del coliseo de la calle San Pablo,  conectando variadas combinaciones de golpes, que remecieron al argentino, pero no logró derribarlo, gracias al reconocido poder de absorción de éste, que sólo registra una derrota por la vía rápida.

El desenlace del pleito  vino faltando cuatro segundos para el final, cuando en un choque accidental de cabezas,  sacó la peor parte Ferreyra, que salió del entrevero con un corte de veinte milímetros en el párpado superior de su ojo derecho. El referí del match, Pedro Vargas,  solicitó la presencia del médico de ring, Wenceslao Hera, quien  subió al ensogado a revisar al chubutense y ante la profusa hemorragia del corte, optó por recomendar la suspensión de la pelea, provocando la victoria del nacional por nocaut técnico. Al momento de la detención del combate,  las tres tarjetas de los jueces favorecían a Miguel González, que con esta trabajada victoria mejoró su récord a 11 victorias en línea.

En el combate de semifondo, pactado a cuatro vueltas en peso súper mosca, Líner “Pacman” Huamán debutó con el pie derecho en el boxeo rentado, derrotando al argentino Lucas Andrés Machado por nocaut en el segundo asalto. Tras un round inicial parejo, Huamán comenzó el ataque a la zona baja del transandino, proceso que rindió sus frutos en la mitad de la vuelta, cuando conectó dos sólidos ganchos al abdomen del rionegrino, que cayó muy lastimado al tapiz del cuadrilátero azteca. Allí recibió la cuenta de diez segundos del árbitro Donato Viancos, quien decretó el nocaut cuando transcurrían 1:30 del segundo asalto.